Llanada Alavesa: Un viaje astral por la planicie vasca

Llanada Alavesa: Un viaje astral por la planicie vasca

Llanada Alavesa: Un viaje astral por la planicie vasca 740 555 BlackEarth Sindustries

En esta era de incertidumbre y distancia social, la llanada alavesa ha sido como una epifanía para Biking Hell. Lomas, cerros, llanos interminables, bosques intermitentes, lagunas solitarias, y soledad, pero de esa que se busca.

Llanada-Alavesa-Aldana

Llanada Alavesa en toda su gloria

Con esa mezcla que el paisaje de la zona tiene de secarral castellano y montaña vasca, la relativa facilidad para hacer kilómetros sin excesivo cansancio, lo majestuoso de los paisajes, las sorpresas en el camino (ruinas romanas, cuevas increíbles, bosques imposibles, monumentos prehistóricos) han hecho de este viaje alrededor de Gasteiz, una de las experiencias más gozosas desde que se fundó este conglomerado ciclero.. Durante los siguientes posts, vamos a ir mostrando fotos y describiendo muy sucintamente el viaje astral que ha supuesto este descubrimiento.

Llanada Alavesa I – El Infierno que se torna en placer

Aunque ya habíamos visitado la llanada con motivo de recorrer la vía verde del ferrocarril vasco-navarro hasta en dos ocasiones, esto era algo menos definido y libre. Más improvisado, menos Starman y más Renuente. Aunque esta ruta fue planeada por el primero, pronto se descubrió que lo que tenía planeado, era totalmente impracticable.
Todo empezó de una manera maravillosa saliendo desde el Dolmen de Sorginetxe, que parte de una serie de construcciones funerarias esparcidas por la llanada que sorprenden por lo poco visitadas y espectaculares que son en una zona poco propicia en apariencia.

Dolmen-sorginetxe

Dolmen de Sorginetxe

Pero duró poco la alegría en la casa del pobre. Enseguida empezó el infierno insoportable. Subidas imposibles, correosas, escarpadas incluso para una moto de trial, tramos en los que Starman tuvo que arrastrar su bici eléctrica, impracticables, y finalmente, bosques impenetrables casi provocan una rebelión en las filas de Biking Hell. El Renuente a punto de estallar. Finalmente se decide que por mucho que la ruta tenga la escasa garantía de ser una GR, solo un demente o alguien con ganas de probarse a si mismo seguiría atravesando algo que solo vale para esos fantasmas que diseñan rutas para Wikiloc.

Horror-cósmico-bosque-imprenetable-Opakua

Horrorc ósmico en un bosque imprenetable cerca de Opakua

En Opakua, nos salimos del esquema y decidimos dirigirnos a Dotalar, un complejo pseudoindustrial abandonado que se antojaba misterioso por lo enterrado en la naturaleza. A partir de ahí comenzó a descubrirse la belleza de la llanada alavesa con esa combinación entre llano y abrupto, pero dentro siempre de un orden. Las ruinas industriales de Dotalar merecen capítulo aparte. Su aparcamiento era usado por multitud de familias para dar paseos por la zona, a pesar de su distópica apariencia.

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Ruinas industriales en Dotalar

A partir de ahí, todo fue como la seda, como lo sueña el Renuente. Rectas eternas, con las suficientes pinceladas de detalles para no ser aburridas. Incluido un segundo dolmen más espectacular si cabe que el primero, ubicado entre dos carreteras y de complicado acceso si no se conoce.

Segundo-dolmen-Llanada

Segundo Dolmen Llanada

El principio de un conjunto de rutas (por ahora un total de seis, pero puede que aumenten) por una zona llena de pequeños pueblos (ninguno con bar por cierto, pero todos con iglesias enormes) casi vacíos, tranquilos en los que la vida parece que va a un ritmo distinto, un ritmo que es muy del agrado de Biking Hell.

1 comentario
  • Llanada Alavesa II y III: The Eve Of The Burning Churches – Biking Hell septiembre 30, 2020 at 1:05 pm

    […] verdad es que sorprende y mucho –como se comentaba en el post anterior– la sobrepresencia de Iglesias en la Llanada Alavesa, Gasteiz está rodeeada de decenas de […]

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