The second rebirth of the Brand Part I

The second rebirth of the Brand Part I

The second rebirth of the Brand Part I 740 555 BlackEarth Sindustries

La verdad, desde que entró la e-bike en el universo de Biking Hell, ha costado mucho al Renuente ponerse al día. Limitaciones económicas y el tener que sacar partido a la bici analógica que adquirió apenas hace un año y medio, provocan que cada vez sea más complido seguir el ritmo eléctrico de la bicileta de Starman. En los últimos dos meses, ha cambiado, los manguitos del manillar, las cubiertas, las pastillas y el disco de freno, los dos cables de los cambios, la cadena y el cassette de piñones. Y en un futuro no muy lejano, vendrán los bujes, los rodamientos, el pedalier y los pedales. Y todo para ir al lado de alguien al que las cuestas no afentan en absoluto.
Pero ahora como ya saben nuestros lectores, hay dos bicis eléctricas, dado que en un afán de clase media antológico, Starman se ha comprado otra e-bike. Nos las prometíamos felices, no hay cima que se nos vaya a resistir, nos decíamos. Cualquier ruta inalcanzable está en nuestra mano. Tras una ruta de prueba por el duro Puerto de Las Alisas, 2020 se presentaba lleno de desafíos cumplibles.

Primer fracaso, Uribekosta al completo

Empezamos la ruta, acompañados por el pertinaz Borja, AKA el presidente, Nos dispusimos a recorrer la costa de desde el Puerto de Armintza hasta la ría del Bilbao, concretamente la frontera de Getxo con Leioa, cerca del Puente Colgante. Dos e-bikes, una analógica y muchas ganas, nada podía fallar. Pero como no, todo falló.
Tras engancharnos a la droga de la electricidad y salir todo emocionados desde Armintza, la subida, probó ser mucho más dura y correosa de lo esperado. Una mezcla de barro acumulado, ramas sueltas, agresividad en el pedaleo y una bicicleta que llevaba 3 años sin ser revisada provocó que el Renuente, rompiera la patilla de la e-bike. Tras un ascenso con 10 kilos de más hasta un barrio con carretera, Starman fue a su casa en su nueva e-bici, trajo el coche, para dejarme a mi en mi en mi coche y dejar la dañada segunda electro-bici. Apenas 10 km de infierno y solo conseguimos llegar a duras penas a Plentzia. Lamentable.

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Borja subiendo la cuesta sufrido, mientras nosotros en nuestra eterna arrogancia, esperábamos

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Esperando ser transportado hasta casa, tras la rotura de patilla

Pero las miserias nunca vienen solas. Así pues, tras dejarme en casa, Starman se dispuso con su reluciente y monstruosa e-bike nueva a terminar lo que quedaba de ruta. Cuál fue su sorpresa cuando la patilla de su bici recién sacada de la tienda también se rompió. Así todo, esto es lo único que queda de testimonio de la lamentable aventura.

Inasequibles al desaliento, segundo intento de recorrer la costa desde Leioa hasta Plentzia

A tope, volvemos a intentarlo. En este caso, ni intentamos llegar a Armintza. Con Starman fuera de juego (sus dos e-bicis en el taller), intentamos de nuevo ir desde el Puente Colgante hasta Plentzia, lo más pegados a la costa posible. Again, nos las prometíamos felices. Acompañaba Aitor, Borja, y algún otro guest star. Las vibras positivas abundaban,

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Aitor y el Renuente a tope de energía

Pero ahí queda todo, al de 15 km, el cable de los cambios de la rueda de atrás se destensó e hizo imposible seguir avanzando al Renuente, dejándole sin marchas. Finalmente tuvo que cortar por lo sano, ir a una tienda de bicis, comprar un cable y cambiarlo en el taller de Borja. Resultado, un bajón tremendo.
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Tubelizados Failure

¿Os creíais que se acabaría aquí los desastres de febrero para Biking Hell?. Ni mucho menos. Mientras todas estas cosas pasaban, el núcleo de Biking Hell, intentaba de todas las maneras posibles que la bicicleta del Renuente, pudiera ser tubelizada. Se compraron unas cubiertas online, supuestamente «tubeless-ready» según la web de bikeinn. Se fue a una gasolinera para  hincharlas un poco y que talonaran bien y ¡BUM! el apanamiento de unos (siguió hinchando hasta que pseudo-explotó la llanta y cubierta) y otros (la cubierta comprada no era realmente «tubelessready») acabó por dejar la cubierta torcida y como luego se comprobó, la llanta también.


Así que tras el fracaso de la operación, el Renuente se dispuso a volver a casa desde Plentzia rollo offroad. Además de la llanta torcida, google maps decidió jugarle una mala pasada y llevarle por un camino que no había sido usado desde las guerras comerciales de Bizkaia en el SXV. Zarzas. ortigas, pinchos, caminos intransitables era todo lo que esperaba. Una sensación de acumulación de fracasos que han convertido este febrero en uno de los meses más negros de Biking Hell. Y ni mencionamos la ruta con Shaila y Borja con el viento en contra todo el rato o la rotura de cadena del Renuente en una ruta individual. Tremendo..
¡Pero volveremos!

1 comentario
  • The second rebirth of the Brand Part II: Visita a Guriezo – Biking Hell marzo 10, 2020 at 7:45 pm

    […] los que hayáis leído las desventuras de Biking Hell durante el mes de febrero, que sepáis que estamos de enhorabuena porque….¡febrero ya ha terminado! Llegado marzo, el […]

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