El pasado jueves 3 de febrero, Biking Hell decidió regresar al valle de Mena, hogar de unas de las rutas más deliciosas de la historia de este colectivo de dos. En su momento visitamos el este y el oeste de los alrededores de Villasana. Durante aquellas cicladas apenas prestamos atención al río Cadagua que comienza su andadura en la cercana localidad del mismo nombre y desemboca 60 kilómetros más tarde en la ría de Bilbao a la altura de Zorrotza.
Son muchas las veces que en modo dueto o solo el Renuente ha recorrido la parte que comprende desde Zorrotza hasta Balmaseda, pero nunca antes habíamos intentado completar la parte que va desde la ciudad medieval hasta Villasana de Mena. En la ruta revival de febrero, la casualidad quiso que decidiéramos ir al nacimiento del río, lo que provocó que nos cuestionáramos si sería posible recorrerlo en su totalidad.
Aperitivo remoto
Por ello, y antes de decidir enfrentarnos al tramo entero de la ruta ideada, nos acercamos el trozo ignoto que comprendía desde el límite de Bizkaia con Burgos hasta la propia VIllasana. Starman, muy inspirado, consiguió arrancar de la más absoluta improbabilidad, una idea y vuelta en la que apenas tocamos la carretera general.
La ruta se desarrolló entre canales en altura imposibles, wallride (figura del skate que usa El Renuente para referir cuando se bordea la laderas los montes) y sorpresas positivas que dieron a la ruta global un aura de grandiosidad. No podemos esperar a que llegue el momento en el que la hagamos entera, recorriéndonos así, el primer río entero en la historia de Biking Hell.
