Tremendo viaje astral el de circunnavegar Los Embalses del Ebro, A prior una etapa muy «dull» por los largos tramos de carretera, en general la sensación fue de que este embalse tiene mucho más de lo que aparenta. Es majestuoso, aunque artificial, tiene partes distintas, unas más desérticas y repetitivas, otras más boscosas, amén del significado histórico que supone enterrar varios pueblos para que la mayoría disponga de un embalse de agua dulce en condiciones.
Aunque el embalse estaba a menos de la mitad de su capacidad y los últimos kilómetros se hacían muy pesados, mereció el sacrificio totalmente. Las vistas al lago eran maravillosas, las carreteras eran llevables y lo que más nos impresionó: No había ni un alma. Por un momento creíamos que el holocausto nuclear zombie había acaecido y nosotros estábamos tan campantes dando un rute en bici.
Lamentable fue el estado de los elementos turísticos en el recorrido como muestra los 80.000 euros empleados en una pasarela para acceder a un campanario inundado. Daba la sensación de que todos los alrededores de la zona estaban en un standby perpetuo a la espera de que alguien invirtiera unos millones para arreglarlo todo y darle un empujón.
Dificultad: Media
Downerismos: 0