Crítica de MASTER – Vindictive Miscreant

Crítica de MASTER – Vindictive Miscreant

Crítica de MASTER – Vindictive Miscreant

Crítica de MASTER – Vindictive Miscreant 696 696 BlackEarth Sindustries

Paul Speckmann y MASTER son como el río Guadiana. Aparecen y desaparecen, pero siempre están ahí. Tras entrar, y casi fundar en la escena del Death / Thrash Metal en 1983, han estado luchando su particular batalla, para mostrarnos un estilo personal que hoy en día tiene tanto valor o más que cuando grabaron aquel disco no publicado en 1985 (lanzado finalmente en 2003 ). Primitivo, simple, al grano, sin muchas florituras y unas canciones que a día de hoy siguen siendo el ABC del metal extremo. Más de tres décadas después de aquellos inicios y desde su hogar adoptivo en la República Checa, vuelven con «Vindictive Miscreant». Más de lo mismo, pero ejecutado con mucha clase y precisión. Ni baladas, ni tonterías, Death Metal con afilación Thrash en 8 temas que nos muestran una orgía de riffs interminable.

«Vindictive Miscreant»: La fórmula que nunca se agota

Para empezar, no hay referentes con los que comparar a MASTER, ya que ellos mismos son los referentes. Speckmann y los suyos siguen en modo crucero, con una producción más refinada (lo justo para engañarnos), pero dándole al Metal extremo más basto (dicho como una alabanza) que mezcla a la perfección el monocromatismo de MOTÖRHEAD y HELLHAMMER en una fórmula que nunca se agota. En este caso nos presentan su disco número 13 (sin contar el de 1985) publicado a través del sello Trascending Obscurity (PAGANIZER, DE PROFUNDIS, DEPRAVITY) el 28 de noviembre del año pasado.

La estabilidad con la que la banda había comenzado el nuevo milenio con Ales «93» Nejezchleba a las  guitarras y Zdenek «Zdenal» Pradlovsky en la batería ha dado consistencia a la música de la banda hasta este lanzamiento (por desgracia, ambos abandonaron la banda en marzo de 2019. MASTER sigue adelante con Ruston Malsen, batería que le acompaña desde 2008 en las visitas a los Estados Unidos y Patrick Kelly que suceden a la anterior formación como si nada hubiera pasado).

En cuanto a las canciones, no merece mucho la pena destacar una sobre otra. Se trata básicamente de ritmos rápidos con algo de medio-tiempo, y momentos más doomers, de filiación extrema, navegando entre el Death Metal y el Thrash Metal, y acercándose al Black puntualmente. Solos que perfilan las canciones sin recurrir al rollo guitar-hero, una base rítmica sin medias tintas, densa y pesada como un tanque pasando por encima de tu torso. Lo de siempre, pero hecho de cojones. La temática de las letras según Speckmann –«luchas de la humanidad para huir del control que la sociedad y los gobiernos ejercen sobre las personas para robarles la libertad»– completa un cuadro que muestra un realismo actual poco común en el estilo.

Las voces de Paul Speckmann en el nuevo disco de MASTER

Hay un secreto dentro de la fórmula para la relevancia y la consistencia de este grupo, y son las voces (sí, en plural) de Paul Speckmann. Durante la historia de la banda poco han cambiado. Si bien en sus comienzos se atrevía con registros más altos o más guturales, en su madurez ha escogido por decantarse por un gruñido muy especial (como distorsionado, en plan malo de peli de ciencia-ficción) y áspero (como mascando cristales) que hace al grupo reconocible y original como pocos en este terreno musical. Aun así, cuando todo parece ser demasiado monolítico, se lanza con berridos de Black Metal abrasadores como en el tema que cierra «Stand Up And Be Counted», que le da matices al disco, suficientes para seguir siendo reconocible pero mostrar que al fin y al cabo, fueron de los que empezaron con el cotarro.

«Vindictive Miscreant»: Un disco consistente

Esa consistencia también se muestra en lo compacto de la oferta, 8 canciones. Tan pocos temas con tanta duración (todos rondan los 5/6 minutos) y riffs tan básicos, corren peligro de convertirse en una oferta muy monótona, como en el caso de «Inner Strength Of The Demon».  Un peligro menor ya que, para cuando te quieres dar cuenta, el disco se ha terminado y estás mirando a la pared, pensando en qué es lo que te ha pasado por encima.

MASTER al fin y al cabo, cumple esta fórmula: lo que los RAMONES fue para el Punk y OVERKILL al Thrash Metal, MASTER lo es al Death Metal. Una banda cumplidora que a estas alturas no prentende innovar, pero que no por ello, carece de solidez en sus lanzamientos. Y este «Vindictive Miscreant» es otra prueba de ello.


 

Discográfica: Transcending Obscurity

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